Podemos
elegir si, pero no podemos elegirlo todo, aunque hay que tener en cuenta que el
concepto de todo no existe en un proceso de elección ya que si fuera al
contrario podríamos tomar decisiones, de verdad, por nosotros mismos. Por lo cual, no podemos ir más allá en la
elección, no puedo elegir entre lo que a priori no hay, porque no me ha sido
enseñado ni mostrado. El hombre necesita valorar todas las opciones para
decidir por él; entonces si será
libre. Uno puede creerse libre dentro de
una cárcel sin saber que está encarcelado, no confundamos pues la libertad con
el conformismo.
Cuando
elegimos y ante la disyuntiva, el hecho de no querer más que lo bueno,
significa que no queremos el mal y esto es una limitación. Pero la pregunta
es ¿Cómo se presenta esta disyuntiva? ¿Disfrazada, acomodada, engañosa?
Decidimos realmente con libertad en función de nuestros criterios o estamos
sometidos a los designios de otros intereses que no nos dejan ver nuestros
propios límites “Se tu mismo, bebe Fanta”
Tú no eres igual que los demás, tu eres
distinto consume lo que yo te ofrezco”
No hagas caso de ellos te quieren
esclavizar, deja que te enseñe mi cárcel” No vayas por dónde ellos quieren, déjame que yo te muestre el camino”
No te creas lo que ellos te cuentan,
escúchame” estos slogans nos explican claramente donde se posiciona nuestra
libertad.
¿Otra pregunta surge en torno a esa disposición de
elección? ¿De qué y cuantas alternativas dispongo para obrar en libertad?
¿Dónde están los muros o fronteras que delimitan mi voluntad? Es decir, un
pájaro vive en una jaula que podemos medir cuantitativamente, cuanto más grande
es esta se podría decir, entre comillas, que tiene más libertad; pero de
cualquier forma no se cuestiona su libertad sólo observa que su capacidad de
movimiento es mayor. Ahora supongamos que a nuestro protagonista le cortamos
las alas desde que es muy pequeño para que no pueda escaparse de ninguna
manera, le podemos alimentar con las mejores viandas, podemos darle las mayores
satisfacciones, podrá seguir cantando si parar, podrá comportarse de la misma
forma que cualquier otro pájaro pero a lo mejor no nos damos cuenta de que ha
perdido la conciencia de pájaro; algo que él, a diferencia del hombre no se
puede cuestionar Pero ¿Hasta dónde llega nuestra nuestro propio cuestionamiento? El ser humano, a priori,
sería capaz de preguntarse y analizarse si metafóricamente nos han cortado nuestras
alas, aunque si realmente no conoce otras alternativas ¿Cómo puede
cuestionárselas? Puede suceder que le hayan hecho creer que nunca ha tenido
alas y que nuestros muros nos impidan delimitar nuestras fronteras de libertad.
Una
persona puede sentirse libre porque cree que es feliz o al revés piensa que es
feliz y por lo tanto libre, tampoco significa que por abrir los ojos y ver la
realidad uno pueda ser más feliz, pero este es el precio de la libertad En la
antigüedad los esclavos que querían ser libres se exponían a morir, tuvieron la
libertad de elegir, teniendo en cuenta los distintos conceptos de esclavismo de
la historia.
El
aborregamiento es una respuesta de los mas media que dispone toda su maquinaria
en ofrecernos noticias cocinadas para necios paladares, exentas de veracidad y
objetividad, nos las muestran masticadas y deglutidas de forma directa para su
consumo y sólo disponemos la capacidad de asimilarlas, pensarlas y discutirlas
en los términos ya planteados y exigidos previamente por ellos. Luego te dicen que tienes la libertad de elegir,
pero sin las alas para poder sobrevolar por encima esto muros prefabricados y sin
establecer ningún atisbo de autonomía, llevando la discusión al terreno de la
mentira y la manipulación.
Por Daniel Blanco